Cómo ajustar una silla de oficina ergonómica

Cómo ajustar una silla de oficina ergonómica

La mayoría de las personas nos pasamos gran parte de nuestra jornada laboral sentadas delante del ordenador, por lo que contar con una buena silla ergonómica es fundamental para evitar que aparezcan problemas de espalda. ¿Pero qué es una silla ergonómica? Este tipo de sillas nos ayuda a mantener una buena postura, algo que puede variar dependiendo de cada persona, y es que tienen la capacidad de adaptarse a las necesidades y condiciones de quien la usa. El objetivo principal de las sillas ergonómicas es preservar la salud postural del trabajador y, para ello, cuenta con características específicas como el soporte lumbar, la profundidad y anchura del asiento, el soporte realizado con tejidos transpirables y con un mecanismo que perite amortiguar los golpes, los brazos regulables o las ruedas autobloqueables. Contar con una silla ergonómica te aportará numerosos beneficios: desde mejorar la salud, evitando lesiones, hasta incrementar la comodidad y el confort mientras trabajas o incluso mejorar la imagen de tu empresa, dado que incrementa la sensación de cuidado hacia el trabajador.

A continuación, en Ibersillas, te explicamos cómo ajustar una silla de oficina ergonómica, un mecanismo que permitirá que incremente tu comodidad mientras aumentas el rendimiento en el trabajo.

 

Ajusta la altura de la silla ergonómica

Ajustar la altura es imprescindible para trabajar cómodamente. La posición ideal es que desde las piernas hasta la mesa de trabajo haya unos 4 cm de diferencia, de esta forma se podrá conseguir trabajar cómodamente y con una posición ergonómica. Las sillas cuentan con una palanca para regular la altura del asiento y adaptarse a las necesidades del usuario.

Regula la inclinación del respaldo

La inclinación del respaldo nos permite mantener la espalda erguida y evitar lesiones o problemas de espalda, ya sea en la zona cervical, dorsal o lumbar. Lo ideal es formar un ángulo de 90º entre el tronco y los muslos. Para ello, los asientos ergonómicos cuentan con un mecanismo que permite reclinar el respaldo del asiento. Existen dos tipos: inclinación basculante, donde es necesario ejercer presión con la espalda para inclinar el asiento, o el de contacto permanente o sincro, donde se produce la inclinación con el simple contacto y peso de la espalda.

Regula la altura del respaldo

Existe una función que permite subir o bajar el respaldo de la silla, con el objetivo de recoger los hombros en todo momento para evitar la sobrecarga muscular de la zona y evitar adoptar una mala postura.

Ajusta la profundidad del asiento

Ajustar la profundidad del asiento es importante sobre todo para personas altas o con las piernas muy largas. Sentarse al borde del asiento puede ser perjudicial para la salud, por lo que debes ajustar el asiento con el mecanismo de adelantar o retroceder. La postura perfecta te permitirá tener 2 cm de distancia entre la parte inferior de la rodilla y el borde delantero del asiento.

Ajusta los brazos

Hay que aprender a ajustar los reposabrazos, una de las partes más útiles de la silla ergonómica de oficina. Existen los brazos tipo 1D, los más comunes, que cuentan con un botón que permite ajustar su altura subiendo o bajando con mecanismos de gas o de cremallera u otros mecanismos más avanzados, con regulación longitudinal que permiten adelantar o retroceder la superficie del reposabrazos, regulación en profundidad hacia los laterales o el ángulo. Aquellas personas con mayor tamaño pueden apostar por brazos 2D o 3D, a fin de lograr más regulación y adaptabilidad.

Coloca la silla ergonómica de oficina frente al escritorio

La silla ergonómica para escritorio cuenta con múltiples funciones que te ayudarán a mantener una postura correcta, evitar lesiones y trabajar de una manera más confortable. No obstante, su colocación frente a la mesa de trabajo es esencial para que la silla cumpla su cometido. La silla ergonómica de oficina debe contar con 5 patas y ruedas, por razones de estabilidad y movilidad, el respaldo deberá ser regulable y la superficie del asiento lo más cómoda posible, evitando deslizamientos.

Recuerda que la posición idónea para su uso es dejar 4 centímetros desde las piernas hasta el tablero de la mesa. Así, podrás trabajar de forma holgada, cómoda y manteniendo una posición ergonómica, con una buena postura. Asimismo, es importante que la silla te permita llegar al suelo con los pies, inclinados unos 10º. En caso de no llegar cómodamente, deberás reajustar la silla o hacer uso de un reposapiés para mantener la postura correcta.

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